miércoles, 30 de noviembre de 2011

Los "nuevos estilos de vida" y la pérdida de identidad y valores

En esta época de la historia, la pérdida de identidad y valores no tiene precedentes muy exactos para indicar lo que se puede esperar en estos países a consecuencia de las grandes olas mundiales. Sin embargo, la historia moderna tiene un antecedente algo parecido en el área de la cultura popular y empresarial. La hegemonía norteamericana en las industrias cinematográfica, comunicaciones, ciencias y tecnología y el comercio, tal vez presten un ejemplo aleccionador. En ese caso, muchas de las poblaciones del mundo han querido asimilar para sí el American Way en sus costumbres y modo de vida, adaptándose a los “americanismos” en muchos de sus aspectos. Las sociedades latinoamericanas han cedido también a este ascendiente arrollador norteamericano.
Es decir, se han adaptado, hasta cierto punto, a la cultura empresarial e institucional preponderante de los Estados Unidos, a algunos de sus preceptos fundamentales en la educación —muchos de los textos que se usan al nivel superior son textos norteamericanos, algunos traducidos, otros no—, a los valores sociales y culturales sobre la familia, a los pasatiempos preferidos, a las actividades de diversión y a muchos de los valores y creencias seculares, ahora muy generalizados entre las poblaciones latinas.
En la administración de empresas en América Latina y sobre todo en la administración pública, no hay la misma precisión o efectividad en la atención al público. Por ejemplo, en muchas empresas no saben contestar al teléfono con exactitud, no dan información precisa y correcta y, en suma, no atienden al público con la misma puntualidad que se espera en otros países.
En el caso de la dispersión de la cultura norteamericana que anduvo chocando a una gran parte del mundo a través de los últimos tres o cuatro décadas, ésta ha producido un impacto algo desolador en los pueblos que, en algunos casos, se ven casi despojados de sus culturas y valores tradicionales e insatisfechos por no haber empapado a fondo la nueva cultura mundial. En el Salvador en la década del noventa, se decía que la gente se consideraba los pobres parientes de los norteamericanos; allí usaban palabras y modismos ingleses sin saber lo que decían y obraban más o menos de acuerdo con las reglas impuestas por la cultura empresarial.
Creo que la mayoría o mejor dicho todos conocemos el fenómeno de la globalización ya que es a raíz de este fenómeno que muchas culturas han perdido su identidad cultural debido a que han adoptado otros modos de vida, como también costumbres y necesidades nuevas de tipo tecnológico, provocando el cese de la existencia de culturas propias, es decir que conserven su propio modo de vida, vestimenta, costumbres, etc., debido a que todo se ha globalizado, ya nadie es diferente y todos siguen la misma ruta. En nuestro país es bastante notoria la “desculturización” y no es porque la gente necesariamente adopte las nuevas tecnologías, de comunicación sobre todo, sino porque la gente tiene ideales distintos y formas de vida distinta, sin conservar esa esencia que antes los diferenciaba de los demás.
Ahora ponte a pensar...¿Aún conservas tu propia identidad o eres ejemplo claro de la homogeneidad social?

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